En qué personas está indicada esta intervención:
- Personas que tenían un gran sobrepeso y que, con la ayuda de una cirugía especializada o de un tratamiento médico, lograron una pérdida de peso muy importante que provocó que la piel que rodea el tronco (abdomen y tórax) cuelgue de su cuerpo en forma de péndulo.
- También es frecuente, sobre todo en mujeres que han tenido embarazos múltiples o repetidos, la aparición de la diástasis del músculo recto abdominal, es decir, la separación del músculo de la línea media.
Técnica
La intervención se lleva a cabo bajo anestesia general o epidural y se compone de cinco pasos principales:
- Dermolipectomía, que implica extraer del abdomen toda la piel y grasa excedente, el “delantal abdominal”.
- La pared abdominal se reconstruye mediante el uso de suturas para unir los músculos rectos del abdomen, que en los embarazos se separan formándose una hernia (diástasis de réctos). Es por esto que en cada embarazo el abdomen puede distenderse.
- Cierre cutáneo: sutura del colgajo de piel que se formó.
- Recolocación del ombligo llamada neoumbilicoplastia.
- Finalmente, y si es preciso, la liposucción de los flancos y caderas, con la cual se remoldea el contorno corporal del paciente.
El ingreso hospitalario es habitualmente de 24 o 48 horas y la recuperación completa exige de cuatro a seis semanas, aunque es muy recomendable no realizar grandes esfuerzos durante los tres primeros meses.
Lo más común es que se pueda volver a la rutina habitual a los dos meses. El ejercicio físico de forma moderada durante el período postoperatorio acelera la recuperación, pero es importante no abusar de ejercicios intensos. Las cicatrices de la operación no desaparecen y suelen ser más visibles los primeros meses.